Todos tenemos un elemento que nos conmueve y nos hace perder la noción del tiempo, fluyendo y disfrutando de cada instante. Los niños tienen los parques de atracciones. En realidad, todos tenemos nuestro propio parque de atracciones en el que disfrutamos como niños. Y entonces nos dejamos llevar, nuestras emociones son montañas rusas y asistimos maravillados al espectáculo que nos brinda el deporte, nuestra pareja, nuestra familia… y damos lo mejor de cada uno de nosotros. Porque todos tenemos algo que despierta nuestra PASIÓN.

Si queremos progresar en ese camino, nos ayudará tener siempre presentes nuestros objetivos, desmenuzarlos en pequeños objetivos alcanzables. Trabajar conauto-disciplina y fuerza de voluntad para conseguirlos. De esta manera, generaremos la confianza necesaria para entender cada fracaso como parte del aprendizaje y de nuestro crecimiento.

Además, hay algo que nos hará más agradable cada paso del camino y nos dará fuerzas para dar el siguiente. La banda sonora de nuestros días debe sonar en notas positivas, “estoy preparado”, “puedo lograrlo”, “vamos a conseguirlo”…

Dicen que “si caminas solo, llegarás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos“. Trabajamos, estudiamos, nos entregamos en cuerpo y alma a nuestro crecimiento y nuestra mejora profesional, deportiva o académica. Sin embargo, es vital que recordemos quiénes están con nosotros en el camino, quiénes nos dan su apoyo, con quién disfrutamos de los pequeños placeres de la vida, soltamos lastre y simplemente somos felices. Dediquemos tiempo a nuestra gente, son vitales en nuestro camino. No somos tan importantes como individuos y sí cuando creamos sinergias.

La creatividad es un eje sustancial a la hora de diseñar las sesiones. Dar con la tecla que permita trabajar el sistema reflexivo, darle al ‘stop’ en ese proceso de enseñanza-aprendizaje y conseguir integrar nuevos conocimientos de manera significativa, lo conocido como el “aprendizaje significativo” de Piaget.

Las tareas se crean en base al modelo de juego que plantea el entrenador (en función de lo que mejor encaje con cada plantilla). A ello, Marcos le añade unanálisis exhausto del rival, conociendo a fondo las estructuras tácticas que le caracterizan, para recrearlas en las tareas y generar patrones cognitivos que optimicen las respuestas de sus porteros en este caso.

La tecnología nos resultará muy útil para transmitir la información pre-sesión a los jugadores mientras están en sus casas, cambiándose en el vestuario o incluso en el gimnasio.

Hablando de gimnasio, Marcos también se encarga de preparar a sus porteros a nivel condicional, adaptando el trabajo a las demandas específicas de competición, con movimientos en 3D y 4D, con trabajo preventivo, de desequilibrios, estabilizadores y de potencia, como hemos visto en el vídeo anterior.

En definitiva, debemos atender a todos los detalles que pueden enriquecer nuestra labor. De una manera creativa, debemos crecer y mejorar, debemos vivirlo, ayudados por la competitividad, el entusiasmo y la pasión. Esto no es algo exclusivo del deporte, sino que podemos aplicarlo a cualquier oficio y en cualquier ámbito de nuestras vidas, solo es cuestión de encontrar ‘nuestro elemento’. Aquí os dejamos un ejemplo de un panadero que cada día recorre el camino hacia su éxito.

Sin embargo, queremos ir un poco más allá. Hay un factor determinante en el rendimiento (deportivo, académico, laboral…) que podemos observar en el vídeo de Marcos y que él mismo explica:

“Hay un elemento en las tareas que debe florecer y es un recurso muy económico, se trata de sonreír y hacer que se diviertan. Te llevará a empatizar con los demás. Hay que vivir cada sesión, cada tarea, cada repetición, como si fuera la última. Que la que hiciste ya no sirve y que la mejor está por llegar.“

Desvivirnos en cada tarea, sí, nosotros, los entrenadores. Porque es incoherente pedir intensidad y pasión sentados con los brazos cruzados. Porque debemos dar ejemplo y crear ese clima de trabajo adecuado.

Nuestro trabajo no finaliza con la última tarea. El post-entrenamiento es el momento idóneo para la reflexión y el feedback que los protagonistas te transmiten (lo que ves, lo que escuchas, lo que intuyes, lo que te dicen…). Estamos acostumbrados a imponer demasiado, en lugar de escuchar y percibir las sensaciones de los jugadores (o trabajadores).

Si queremos mejorar, crecer, no debemos detenernos nunca. Estudiar, analizar y reflexionar continuamente nos servirá para construir una confianza en nuestro trabajo. Y cuando lleguen las dificultades y los malos resultados (porque no todo depende de nosotros), estaremos preparados para convivir con ellos, actuar y resolver los problemas.

Bonita colaboración junto a Miguel Ledesma en su blog http://miguelledesmacoach.blogspot.com.es  una de esas personas que este deporte me he encontrado y que seguro tiene mucho que decirnos. Agradecerle todo su entusiasmo en aquello que tanto ama 😉