En un día como hoy, me parecía oportuno expresar sensaciones que esta profesión ha desencadenado a lo largo de estos años. En ocasiones, debería hacer como el buen José Arcadio Buendía en “Cien años de soledad”, anotar el significado de cada cosa con su nombre para no olvidar de donde nació todo y así no caer en el mal endémico del olvido.
Estos 29 años no significan más que otro día cualquiera en nuestras vidas, ni si quiera puedes esperar que sea algo especial más allá que de tu gente. Del mismo modo podemos decir que sí son distintos. Se trata de la primera vez que concurres en un estado existencial, en el cual me siento nesciente. Solamente ante esta emoción que ignoro, cabía investigar e indagar. Hasta que escuché “eres víctima de tu precocidad”, palabras de un estudioso y analista de nuestra profesión que utilizaba un prisma alejado de la amistad para describir un estado emocional desconocido. Tal vez dio en la tecla, aquello profundizaba en “vives a una velocidad que te aleja de la realidad”. Aquellas dos expresiones generaron un lodo embriagador en mis pensamientos. El plano lógico en el que nos movemos tambaleaba y costaba aceptar esa realidad.
El conjunto de esas afirmaciones tenían un contenido muy profundo, que sobrepasaban lo tangible, lo razonable y que como diría Osho en Bienestar Emocional, “deberías deslizarte de la cabeza al corazón, luego arriesgarte un poco más y deslizarte del corazón a tu verdadero ser”. Sólo de esa forma aceptarías el por qué has alejado de tu vida personas que lo dieron todo por tu felicidad.
“Acepta que eres egoísta” así de tajante concluía. Seguramente tenía mucha razón, era momento de ver más allá de nuestro día a día, de encontrar tu yo más irreconocible, y admitir que tu momento profesional, que tanto trabajo te ha llevado, es un pilar innegociable en tu vida actual.
Sería cruel terminar de esta forma, prefiero escoger las palabras alentadoras de Alex Rovira en la carta 24 de La Brújula Interior, “Y puedo cambiar. Puedo vivir a partir de mi imaginación y no de mi memoria. Puedo relacionarme con mi potencial ilimitado en lugar de mi pasado limitador. Puedo convertirme en mi propio creador”. Compartiendo esta cita me despido creyendo “que lo mejor está por llegar” 😉
¡¡¡¡Mucho ELCHE!!!